Mi gato no juega, ¿Qué le pasa?
PUEDE LLEGAR A PASAR QUE NUESTROS GATOS, EN ALGÚN MOMENTO DADO, NO MUESTREN INTERÉS POR EL JUEGO...
Cuando llevamos a nuestros gatos al veterinario, lo más habitual es que una de las primeras cosas que nos preguntará es si juega, y la otra es si come. Como norma general, un gato sano, aunque esté triste por alguna causa o sea algo mayor, deseará comer y jugará en determinados momentos.
Si ya tiene algunos años quizá ya no juegue como un cachorro, pero siempre habrá algo que le llame la atención. Por ejemplo una hoja arrastrada por el viento, una cortina en movimiento o escuchar algún pajarito a través de las ventanas seguirán despertando su curiosidad y sus ganas de juego.
De modo que en lugar de preguntarnos “hasta que edad juegan los gatos” deberíamos preguntarnos “hasta cuándo juegan los gatos”. Y entonces la respuesta se hace evidente: un gato jugará siempre que esté sano.
¿Y si simplemente su carácter es así?
Al igual que en el caso de los seres humanos, nuestros felinos tienen su propio carácter: algunos gatos son más activos y vivaces, otros gatos son más tranquilos, los hay que son más bien perezosos y no les atrae demasiado la actividad física...
Por eso tenemos que tener en cuenta el carácter de nuestro gato a la hora de evaluar el hecho de que no juegue en determinados momentos. De igual modo, su historia personal puede tener algo que ver en esta situación.
Por ejemplo, cuando adoptamos un gato que ha vivido mucho tiempo en las calles es posible que durante los primeros meses no jueguen demasiado, o bien por desconfianza o bien porque desde pequeños han tenido una vida dura. Estos gatos, al principio no saben lo que es jugar.
Solo a base de tiempo, y en algunos casos de mucha paciencia por nuestra parte, ellos aprenderán a disfrutar del juego. Aunque tienes que tener en cuenta que si al adoptarle tiene varios años ya, quizá no vaya a correr detrás de cualquier cosa y tendrás que esforzarte en arrojarle el juguete cerca de su cara o de sus patas para que empiece a jugar con él.
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Si tenemos en cuenta todo esto podemos concluir que, en situaciones en las que notes que tu gato no juega, es conveniente que evalúes tanto su edad como su historia personal y sus gustos en particular. Pero principalmente vigila su salud o si se siente preocupado por algún peligro...Todos los gatos juegan siempre que estén sanos.
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